Nuestr@s niñ@s

jueves, 29 de septiembre de 2011

Otr@?

Todos los días, en algún que otro contexto, encontramos a alguien que quiere saber si tendremos a otr@, y cuándo, y de qué edad y si irá al colegio y a cuál, y si estamos dispuestos a cambiar pañales de nuevo.
También nos cruzamos con gente que cree saber que no, que no estamos preparados porque al final, en la despedida, lo pasamos tan mal como nos habían augurado, que con el cariño que se les coge...

Ninguno de estos sabe hasta qué punto nada de eso depende de uno; que es la Administración la que decide, te llama o te olvida temporalmente. Que son ellos los que saben el cuándo, el quién y el porqué.

Nosotros mientras tanto, en la espera, valoramos lo que podemos ofrecer y preparamos a Thai para un nuevo encuentro y su consecuente despedida.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Colaborar

Estos días andamos preparando una fiesta para recaudar fondos para distintas cosas. Para ello vendemos entradas y participaciones. Poca es la gente que te escucha y no compra, que no pregunta, curiosa, por todo lo que supone el acoger.
A todo el que de alguna manera entiende lo que haces se le despiertan las ganas de colaborar, de una u otra manera. De arreglar este trocito de mundo al que le acercamos.

Muchos se extrañan de que l@s niñ@s sean de aquí, de este primer mundo del que presumimos, de este estado del bienestar, de gente de nuestro alrededor con las mismas oportunidades... Y es que es extraño que al tiempo que a unos se les da todo, en la puerta de al lado a otro se le prive de ser quién es.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Realidades

Hace poco asistí a una reunión de gente relacionada con el acogimiento en un contexto desconocido para mí. Allí descubrí cosas que me conmovieron, la lucha entre el bien del menor y otros intereses en los que nunca se me hubiera ocurrido pensar. Fue como ver la puerta de atrás, el muelle de carga de un hotel de lujo donde ya no hay mármoles ni pajaritas.

Por un lado están las familias extensas a las que se les pide que cuiden a sus niñ@s, pero no se les forma, no tiene seguimientos, apenas tienen ayudas y se les deja en un punto entre sus sobrin@s o niet@s generalmente y los padres y madres de ést@s que les chantajean, les amenazan o simplemente... desaparecen. Bregando con su amor por unos y otros, por su seguridad, por su tranquilidad y muy sol@s ante el peligro.

También me asomé a la realidad de algunos centros en los que se decide que los menores menos ruidosos perpetúen su estancia, mientras otr@s son lanzad@s al mundo sin estar preparad@s dando lugar a posibles fracasos evitables con una buena planificación.
Quiero creer que esto no es cierto. Quiero creer que es un error o un farol de quien lo contó.

La realidad más palpable que tengo ahora entre mis manos es que hace más de tres meses que no recibimos la llamada mientras los centros se llenan día a día. 

jueves, 8 de septiembre de 2011

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Descubro  cada día en la red muchas otras experiencias, vivencias compartidas... que hacen que aprenda y comprenda la realidad del acogimiento en dimensiones que se me escapaban.
Descubro a otros con inquietudes similares, con miedos a flor de piel, con el cansancio de las preguntas y las impertinencias de los que les rodean, con el hastío de "y si te l@ quitan?". Me descubro recordando cuando era yo quien lo decía... yo no podría... Y parafraseando otro blog de acogedores, en la voz de l@s niñ@s vendría a ser:

"Yo no podría vivir sin cariño.
Yo no podría vivir sin cuidados.
Yo no podría vivir sin una familia.
Yo no podría vivir en un centro.
Yo no podría desarrollarme plenamente sin ti.
En definitiva, yo no podría porque no quiero vivir así".
 
 

Me descubro en sus palabras, como si me miraran para contarme lo que narran. Como si todos los casos fueran uno, aunque cada uno sea único.
Descubro que la espera nos angustia a todos, incluso más que la despedida; el no poder dar, más que el dejar marchar.

Descubro que es cierto que salvamos vidas... que con nosotros, las familias de acogida, l@s niñ@s conocen el mar.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Fotos

Una de las cosas que trae el final de verano es la reubicación de ciertas cosas; las cosas de playa van eligiendo el espacio del trastero en el que pasarán el invierno y las mochilas y carpetas empiezan a despertarse y a lucir sus posibilidades  para no ser sustituidas.
También llega el momento de recopilar las fotos, elegir las que haremos en papel, las recopilaciones para el álbum digital... y con las fotos se me despiertan los recuerdos. Y una foto lleva a la otra... y me encuentro viendo fotos de mi infancia, de mis amigos, sobretodo de mis amigas, de mis viajes... de mi familia de antes, con mis padres y mi hermano, y de la de ahora que somos tres, y de cuando hemos sido cuatro.

Y entonces sonrío porque me doy cuenta de cuánto hemos crecido y cuánto hemos cambiado; de cómo hemos ido modificando sutilmente las prioridades hasta llegar a lo que somos hoy.