La navidad y todo lo demás

La nochebuena es un momento poco relajado para mí. Este año todos hemos hecho un poquito más de esfuerzo por ti.
Al abrir tus regalitos has cogido uno en cada mano y no sabías por dónde empezar a jugar, ya que sabías que para jugar con una cosa debías soltar la otra y eso no entraba en tus planes. Tu sonrisa, tus besos y abrazos nos han cautivado.
Esta semana has ido a ratitos al cole. No tienes muchas ganas porque ves que Thai está de vacaciones. Ves que no es lo de siempre, de levantarnos todos, desayunar y salir. Luego me acompaña a recogerte y te cambia la cara.


Y mañana se acaba el año. Con lo que te gustan las uvas!!

Cumpleaños

Hoy has cumplido dos años. Te hemos cantado, bailado, disfrazado y hemos hecho una minifiesta con tu amigo de rubios rizos.
Creo que has disfrutado de la tarde con los platos de colores, la música y el ratito de juego en el parque de bolas. Ya verás las fotos.

Hace un par de días me reuní con los de tu estimulación. El siguiente paso que nos han propuesto no va  a ser nada fácil: la retirada del chupete y el biberón. De momento te lo vamos diciendo, aunque no hemos puesto una fecha para la "despedida". Nos han aconsejado que lo hagamos nosotros ahora, con la estabilidad emocional que te damos, para que en tu marcha no sea un cambio más con lo que ello supone.
Además nos han explicado que las tetinas pueden interferir en el desarrollo del habla, que para ti ya está siendo algo dificultoso. Ya veremos cómo lo hacemos, cómo pasamos entre todos el trago.

De cara a la primavera será el momento del pañal. Otro gran paso hacia tu autonomía.

En navidad y aprecen diferentes emociones que vivirás con nosotros: los nervios de decidir, las compras de última hora, la cena, los regalos, la familia... el querer y no querer celebrarlo, el juntarnos, el que todo el mundo se sienta bien...

Baila, baila

Pasas el día canturreando una cancioncilla y hemos conseguido saber cuál es: Juan pequeño baila, baila, baila, baila; Juan pequeño baila, baila con el pie... Y así sucesivamente con varias partes del cuerpo que ya reconoces e identificas sin ninguna dificultad.
Otras canciones que te gustan son la de Noé, la casita (que es así y así) y la de la luna es muy pequeña y el sol es muy mayor. Es una gozada ver cómo se te ilumina la cara y sigues el ritmo con palmas e intentas seguir la letra con tus cuatro palabrejas.

El lunes nos han citado para entrar contigo a tu sesión de estimulación. Tengo muchas ganas de ver todo lo que has cambiado, de que me enseñes ese espacio que hasta ahora era sólo tuyo, de jugar a cosas que te ayuden a crecer mejor. También nos reuniremos y hablaremos de las cosas que se pueden ir haciendo en casa, de las que ya hacemos y de las que haces tú.

La cadena SER se ha hecho eco de este particular fenómeno que es el acogimiento. Habla de él desde la perspectiva de las familias, de los allegados y, más importante, de los niñ@s y sus vivencias.
Se puede escuchar aquí.

Parque de bolas

Esta semana te han invitado a un cumpleaños.
Daniel ha cumplido 2 años, como los que tú estás a punto de cumplir. Lo ha celebrado en un parque de bolas que te ha fascinado. Los colores, los toboganes, la música, la cama elástica, niños y niñas correteando,los acolchados, juegos por todas partes y... la merienda.
Todos sentaditos a la mesa mientras repartían los bocadillos. Al principio no tenías muy claro que cada bandeja era para uno de vosotros, querías patatas estuvieran donde estuvieran.
Te has dejado maquillar y te han hecho una cara de conejito muy graciosa.

Poco a poco ya tienes en nuestro entorno un círculo de gente que sientes como cercana aunque no la veas a diario.


De la familia hay una persona,que ahora ejerce de yaya tuya, con la que has creado un vínculo muy fuerte. Se nota en la forma en la que os miráis, en cómo jugáis, en la tranquilidad con que sales con ella a pasear; en la risa que te da cuando hablas con ella por teléfono.
Esta persona no se atreve a pensar en el día en que te marches. Te quiere, como nosotros. Te siente parte suya. Te mece en sus brazos, te canta y te regaña, como nosotros.

Has aprendido a subir y bajar las escaleras sin más ayuda que tu mano cogida a la barandilla. Se te ilumina la cara cada vez que lo haces. Otro granito más de autonomía.

Revisiones

En estas últimas semanas te hemos llevado a varias revisiones que tenías pendientes de tu etapa en el Hogar. En todas ellas han mostrado sorpresa y tranquilidad: sorpresa por tus cambios, tus progresos, tu despertar. Tranquilidad porque parece que todas esas cosas que parecía que te acompañarían siempre, se van quedando en el camino.

Te seguirán viendo crecer.Unos porque así lo dicta su protocolo de actuación por tus circunstancias y por tu edad; otros para confirmar tu correcto desarrollo. La cita más cercana que te han dado es para dentro de seis meses. Una de las revisiones la emplazan ya para dentro de dos años, cuando seas ya toda una señorita.

En las sesiones de estimulación también vas a toda velocidad. El tema de la atención-dispersión ya lo tienes controlado y el habla... pues cada semana una o dos palabritas añadidas a tu repertorio, frases cortas, cortísimas, y muchas ganas de probar cómo se nombran las cosas.

La semana que viene nos visitará la técnico de seguimiento y quizá vayan cerrando temas y encontrando la manera de darle forma a tu futuro, con la que será para siempre tu familia.

Cuentos

Poco a poco vas aprendiendo que estar sentada un ratito largo con la atención en la misma cosa puede no ser aburrido.

Hemos descubierto que los cuentos, los libros con dibujos y los catálogos de las jugueterías que pueblan nuestro buzones son unos grandes aliados para momentos así.
Y señalamos ositos, conejos, soles, bicicletas, flores, árboles, casitas, bob esponjas, coches, bebés con o sin carrito, motos...
Y señalamos los ojos, orejas, las manos y pies, la nariz, el codo, la boca de todo lo que podemos.

Y así estás esta semana con los bailes y los cuentos, divertida y entretenida.

Con la comida sí que hemos notado que empiezas a ser más selectiva, más quejicosa. Te sigue gustando todo, pero ahora quieres decidir cuándo comértelo o simplemente no comerlo si no te apetece.

Thai esta semana está raro. Nos necesita más y nos reclama. Puede ser porque una compañera de su clase se ha cambiado de colegio; o puede ser porque han empezado los exámenes de la evaluación. Puede ser porque tiene 9 años y  comparte su casa, su vida, sus padres, su familia con una niña que llegó de repente y a la que ha tenido que acostumbrarse sin más. De cualquier forma, hemos aumentado la dosis diaria de cosquillas, abrazos y besos.
Es difícil no perder la perspectiva, la diferencia de vuestras edades nos hace verlo tan mayor que se nos diluye la idea de que todavía es un niño.
La tranquilidad que me queda es que de una u otra forma ha aprendido a pedir lo que necesita y se siente escuchado.

Encuentro

Hoy hemos participado en un encuentro de familias de acogida. La mayoría de los que han acudido tienen niños de unos seis a nueve años en régimen de acogimiento permanente. Sólo dos familias teníamos niños menores de tres años.
La casuística es terrible, a la vez que variada. Me ha permitido darme cuenta que las retiradas "tardías" son muy dañinas, los vaivenes entre familias e instituciones, también.

Mientras los adultos compartíamos experiencias, dudas y soluciones, y reflexionábamos sobre el apego y las reacciones que no entendemos de los niños de acogida, jabía dos salas de juegos para los niños. Los pequeños tenían cantajuegos, muñecos, pinturas, pelotas... y los mayores, de cuatro en adelante, juegos de mesa, pinturas, pelotas y hasta una comba para saltar.
Al acabar la jornada he cambiado impresiones con mi hijo Thai acerca de lo que cada uno habíamos vivido en el encuentro. Se ha divertido mucho y ha propuesto traer algunos juegos de mesa que le gustan para la próxima vez.
Una de las cosas que más le ha sorprendido es que los niños con los que había jugado eran acogidos. No se lo había planteado, creía que eran "hermanos " como él. Su idea del acogimiento se basa en su experiencia y le había hecho creer que sólo se acogen bebés y niños pequeños porque después, cuando se van a los dos años como mucho, ya se quedan con una familia para siempre.
No era consciente de que había acogidos de su edad.

Moon ha estado tranquila bailando y pintando. Disfrutando de la compañía de otros peques y de la mirada cuidadora de su hermano Thai.

Mi impresión ha sido que nuestro acogimiento transcurre con una normalidad que no tienen otros, con fluidez, con soltura, con risas, cacas y pañales. Es un regalo y estamos disfrutando con ello.

Pensamientos

Ayer estuvimos hablando de las cosas que creemos que han cambiado en esta casa desde que llegaste tú.
Por un lado yo me he permitido mirar a mi infancia y olvidar en cierto modo una parte dolorosa que me suponía un lastre para avanzar. He conseguido apaciguar la rabia y poder dar de mí otra cosa que estaba oculta, si no ausente. He podido gestionar mi abandono.
Mi hijo me lo dice: "mamá, antes parecías una bruja". Es posible...

Él, mi pareja, ha reconducido sus afectos y sus emociones; las dolencias de su crianza. Ha podido entender su alejamiento, las distancias que existen en su familia, las mentiras, el doble juego... Ahora lo ve y lo nombra.

Está claro que Thai se va a beneficiar de nuestra calma.
Está claro que tu compañía le hace saber que hay otras realidades no tan "fáciles"; que puede enseñarte cosas por las que él ya ha pasado, que puede dejarse querer por ti, sentirse admirado.
Para él tenerte aquí supone una lucha interior entre el amor que te tiene y los nueve años de padres en exclusiva que a veces echa de menos.

Festival

Desde hace unos años, por estas fechas nosotros solemos acudir a echar una mano en un festival de rockandroll que cada año crece un poco más. Y cada año nuestra familia extensa nos apoya y se queda con nuestro hijo, que por su edad no nos puede acompañar.
Este año teníamos previsto que sólo fuera uno de nosotros, pero los acontecimientos nos han llevado a que los dos tengamos que prestar nuestro servicio allí.
Por ello hemos echado mano de nuestra familia extensa para que cuide de los dos, juntos en una misma casa...

La propuesta trajo algo de miedo al no saber cómo comportarse contigo, cómo aceptarías que no estuviéramos allí. El resultado no ha podido ser mejor. Tú has afianzado el vínculo y te has sentido querida en nuestro contexto más cercano; Thai ha ejercido de hermano de acogida ayudando y dando a conocer todo aquello que él sabe de ti; la familia fascinada por tu sonrisa, tu cariño, tu confianza... y tu destreza al comer.
Ha sido un puente corto en el que ha habido sol, viento, lluvia, paseos, películas, carreras y balón. En el que has comido macarrones, lentejas, sopa, tortilla, bocatas, tostadas, yogures, galletas, mandarinas...

Has dejado huella en otro corazón.

Cambios

Has cambiado tus besos. Tus nuevos besos son sonoros y como de mayor, cada vez es más fácil que nos regales uno, cada vez los regalas a más gente. Besas y sonríes como dándole un toque de picardía al obsequio.

Pruebas a decir nuevas palabras y descubres más posibilidades de tu cuerpo en movimiento. Corres, escalas e intentas saltar. Imitas al niño que convive contigo, al que miras con ojos de admiración. Además ya no te gusta que te demos de comer, quieres coger las riendas de todo a tu alrededor.

Con una amiga he revisado, repasado, reunido tu historial de fotos desde que llegaste a nuestra casa. En algunas es difícil saber que eres la misma con esos ojillos asustados con los que nos mirabas, con esa lucha entre abrazar o escapar...
Me encanta ver cómo te brillan los ojos ahora cada vez que te apunto con una cámara.

Normalidad

Al fin nos dan los resultados, el esperado informe que nos permite saber qué hay de cierto en toda esa sospecha psicomotriz.
Respiramos tranquilos, por ti, por tu futuro, por tu vida lejos de nosotros, al saber que estás en la media. Que si se midiera en percentiles todo lo que han valorado sobre ti estarías en el 25 o por ahí. No importan las cifras, importa la interpretación, por eso el informe no saldrá de nuestras manos. Para que quien lo necesite tenga la oportunidad de escuchar lo que a mí me contaron.

Tienes unos nuevos besos, sonoros. Los utilizas a veces y los alternas con tus besos de bebé. Te vemos disfrutando de juegos y has empezado a jugar a ratitos sola enfrascada en construcciones o en sacar y guardar cualquier cosa en lugares dispares.
Te sientes segura con Thai. Es para ti una referencia de juego, de ocio, de bailes y una compañía que aprecias. Él también ha aprendido a buscarte, llamarte y hacer que te sientas bien.
Pruebas palabritas que poco a poco se asemejan a las nuestras y me han dado una bolsita con bragas porque dentro de poco dejarás de usar el pañal. Cuántos cambios!!

Tiempo

Ayer recibí la llamada de la técnico de seguimiento. Más o menos me explicó que todo se paralizaba hasta que  tuviéramos los resultados de cada una de las pruebas que se le están haciendo.
En principio, los resultados de una de ellas los tendremos la próxima semana; pero para otros faltan aún algunos meses.
Creo que eso significa que podemos relajarnos un poco, sin dejar de tener presente que se irá, pero apartando la sensación de que detrás de cada llamada está el momento de preparar su maleta.

Hay que ver cómo los adultos relativizamos el tiempo: nos acostumbramos a que un par de meses más, o menos, no supongan casi nada e nuestros planes. Pero para ella ese plazo es la décima parte de su vida... lo que en mi caso serían más de 3 años. No me imagino qué pensaría si me dijeran " tranquila, en tres años todo estará resuelto".

Ha empezado a traer trabajitos de la escuelita. Un sol decorado con pintura de dedos, otro con papel de seda y gomets y hasta a Jaume I montado en su caballo.
Cuántos recuerdos para reconstruir este tiempo cuando su vida así se lo pida.

Cómo

Ayer se quedó a comer en la escuelita. Como ya suponíamos, se sorprendieron del cómo y del cuánto. Lleva ya unis días que no quiere que le ayudemos con la cuchara; se enfada y pide a su manera que le dejemos manejar sus armas a la hora de comer.

También he tenido hoy una reunión con su tutora y me ha hablado de su alto grado de participación en las actividades, en los juegos; de sus risas, de cómo baila y de cómo se defiende cuando intentan quitarle algo con lo que está jugando.
Ella ha vanido a la reunión y ha disfrutado mucho entrando a la clase de la mano y enseñándonos dónde se guardan sus juguetes favoritos, su mochila, sus trabajitos...

Mi hijo ya no está tan seguro de que no vaya a llorar en la despedida. Le preocupa cómo vamos a explicarle a Moon que en realidad nosotros no somos su familia, que su familia es la que le espera, con la que vivirá todas las demás cosas de su vida. Él piensa que ella no tiene edad para entender eso. Que ella sólo entiende que como nosotros la cuidamos, somos nosotros la única familia que conoce.
Y yo me pregunto cómo explicarle a Thai que ésa es una gran verdad, que somos la única familia que ha conocido y que será difícil para ella volver a empezar, en la misma medida que será bueno quedarse para siempre allá donde vaya. Y que la vida es eso, encuentros y despedidas.

Esperando

La evaluación sigue su curso. Estos días ya entra sola para valorar comportamientos que no estén mediados por sus figuras de referencia. No nos dejan especular ni podemos hablar más allá de los que conocemos.
Algo hay, pero qué es? Le afectará a lo largo de su vida o sólo mientras encuenta una normalidad y un equilibrio?

Para corretear por la urbanización le hemos comprado una moto de esas que tienen que empujar con los pies. Está encantada de tener uno suyo, ya que los otros niños, de edades parecidas, no siempre estaban dispuestos a tener una invitada motera.

La semana que viene la rueda de nuestras rutinas se pone en marcha del todo. Se acaban las vacaciones nuestras y en el colegio empieza la jornada completa. Cuadraremos horarios de extraescolares, evaluaciones, gimnasio, clases de cocina y de informática...
Me alegro de que el  rodaje con ella haya sido en verano, porque nos ha permitido dedicarle mucho tiempo.

Mocos

La tos y los mocos ya han hecho su aparición y a veces te interrumpen el sueño o te provocan malestar y pocas ganas de comer. Tú de momento te entretienes con el dedo, cogiéndolos y mirándolos como unos extraños tesoros guardados en tu nariz.

El martes fuimos a tu primera sesión de valoración. Estuviste expectante, pero tranquila, receptiva. Participaste en todas las propuestas y nosotros como observadores nos dimos cuenta de lo poco objetivos que podemos llegar a ser. Es difícil mantenerse al margen y no buscar y encontrar una explicación a todo lo que no se corresponde con lo que quieres ver.
Somos así como padres en otros contextos? No lo somos en alguno? Empezamos un ejercicio de autoobservación y autocrítica porque cuando uno cree que todo está bien no encuentra ningún motivo para cambiar, para mejorar.

Thai habla de la ausencia de Moon como algo natural. Como algo que formaba parte del proceso desde antes de empezar. Cree que no llorará, como no lloró cuando su mejor amigo se cambió de colegio.

Canciones

Desde el centro de estimulación han contactado con nosotros para conocernos y conocer nuestro punto de vista, nuestra necesidad de ayuda y nuestras expectativas con respecto al posible tratamiento. Nos han hablado de horarios, lugares y honorarios, hasta que supieron que la niña es de acogida y los honorarios desaparecieron de la conversación.
Empezarán por hacerte una valoración de 3 ó 4 sesiones para conocer tu estado madurativo y saber cómo pueden ayudarte. Nos hemos llevado a casa un cuestionario de 8 folios referente a tu vida en casa, en la escuela, en la calle... El próximo martes te vienes con nosotros.

A la escuela infantil ya entras con total tranquilidad, sonriendo y despidiéndote con un cariñoso movimiento de mano. Por lo que nos escriben en la agenda, juegas, cantas, pintas y te diviertes mucho.
Ayer por casualidad canté una de las canciones que debéis estar cantando en clase, porque de repente se te iluminó la cara y empezaste a gestualizar el cocodrilo y el orangután dando palmas en el resto...hasta siete veces!!

De lo demás no sabemos nada. Seguimos en espera. Quizá nuestra interpretación de la entrevista a domicilio fue errónea.

Tranquilidad

La semana transcurre con cierta tranquilidad y algo que poco a poco se va pareciendo a la rutina del otoño-invierno: la vuelta al cole, cenar y acostarse pronto, la tele para el fin de semana...
La escuela infantil le va gustando y poco a poco muestra hacia ella más tranquilidad y confianza.

Llegado septiembre en pleno ya nos han citado para la revisión, para valorar esa posible necesidad de estimulación y tratamiento. Poco a poco.
De lo demás no hay noticias; de los informes, de su marcha... En casa hablamos de ello a diario, para estar preparados y no perder la referencia; para que nos oiga y sepa que hay algún otro lugar donde la esperan para cuidarla y acompañarla en su crecimiento, para quererla y hacerla sentir importante, como aquí.

Hay gente que sigue y sigue opinando, juzgando y hablando sin saber. Con ellos, yo cada vez tengo menos paciencia y menos ganas de explicar. Mis respuestas son cada vez más huecas, más cortas y dan menos opción a que se genere una nueva pregunta detrás de otra.

Escuela infantil

Ayer empezó la escuela infantil. Es una escuelita cerca de casa en la que parece que cuidan todos los detalles. Y, a pesar de saber que en la comparativa con la escuela a la que fue Thai, y en la que no quedaban plazas, esta escuela sale perdiendo, hago lo posible por estar encantada con la elección que hemos hecho. Pero es una escuela cerrada, no puedes ver las aulas; los recogen en la puerta, y los sacan a la puerta a la hora de salir. No ves a sus compañeros, no los conoces; no hay trato diario con la maestra...
Estoy acostumbrada a otra escuela, a otra forma de hacer lo mismo.
A cambio tiene una psicóloga que trabaja en las aulas directamente con los niños y aborda cosas de motricidad y lenguaje que nos van a venir bien. Podemos ir dando un paseo y a mi hijo le resulta emocionante la posibilidad de "espiarles" por la valla del patio.

La temporalidad tiene esas cosas, te haces menos exigente, porque es pasajero, porque es posible que no esté el curso entero.

Moon iba tan contenta con su uniforme y la novedad que hasta llegar a la puerta no se dio cuenta de que, aunque íbamos juntos, ella era la única que se quedaría.

Verano total

Mira

Thai ya está de vuelta, ya lleva unos días en casa.
El reencuentro entre ellos fue muy emotivo: él la abrazó y la besó y le hizo cosquillas; ella le miraba sorprendida y le daba la mano todo el tiempo para que no se alejara demasiado. Lo seguía, lo tocaba, lo miraba con los ojos muy abiertos, como queriendo convencerse de que era él.

La semana nos ha traído otra novedad. Poco a poco Moon va probando palabritas y formas de acercar su mundo al nuestro. La palabra estrella de esta semana es "mira".
"Mira, mira, ven" y te lleva hasta donde esté lo que te quiera enseñar, o te lo señala, o te hace un salto o un baile que quiere que veas.
A veces simplemente oyes mira, mira, mira, mira... y te mira para que la mires.

Seguimiento

Esta semana hemos tenido visita de la técnico de seguimiento. Es una chica simpática que sabe bien lo que lleva entre manos. Me gusta cómo ha manejado la situación y cómo ha ido alternando en la corversación temas más difíciles y temas más distendidos para relajar tensiones.

Hemos hablado de la adaptación, de hábitos de comida y de sueño, costumbres para pasear, horarios, de informes médicos y su relevancia, de carácter, de relación entre hermanos...y de la despedida.
El informe que ha llegado de la madre biológica no da ninguna esperanza de retorno. Pero ahora es agosto y septiembre dirá.
Lo más probable es que se empiecen pronto las gestiones para buscar una familia de adopción. Se valoran y proponen tres familias a una comisión que será la que seleccione a los que mejor se adaptarán a ella. Luego un día nos llamarán para llevarla y dejarla en brazos de sus padres. En principio será así, rápido y sin preparación, sin visitas previas ni posteriores.

Va a ser difícil para todos, sobretodo para ella que empezará de nuevo todo el proceso que ya ha vivido con nosotros.
Empezaré a hacer y recopilar fotos para prepararle el recuerdo de su paso por nuestras vidas.

Antes de navidad, se supone, en dos o tres meses.
Voy a preparar a mi hijo para la despedida.

Campamento

Esta semana Thai está de campamento, desde el sábado.
Los tres primeros días Moon lo buscaba en su habitación todas las mañanas, en su cama; intentaba esperar para comer, señalando su silla vacía. Ahora ya sabe que no está. Es posible que piense que es como los niños del Hogar, que salen y no vuelven, y por eso haya dejado de buscarlo.

Se sienta en su silla para comer, coge sus juguetes y los abraza. Sale a la puerta cuando oye un ruido.
Le echa de menos.
No creíamos que el vínculo entre ellos ya fuera tan fuerte.

Estimulación

El viernes estuve en el neurólogo con ella. He ido a llevarle los resultados de la resonancia que le pidió hace un mes. Se evidencia una dilatación ventricular con origen probablemente prenatal y con ciertas consecuencias a nivel psicomotor y se desconoce si a otros niveles.
Nos ha recomendado que la llevemos a un programa de estimulación.

Hoy hemos ido al pediatra para que nos derive a la estimulación. Nos ha dado una dirección y un teléfono. En ese teléfono me han dicho que a partir del 6 de septiembre (¡!) nos llamarían para una primera entrevista con la familia y posteriormente nos citarían para una valoración de la situación de la niña y establecer, en caso necesario, el tratamiento necesario.

Moon va haciendo progresos. Ya camina, corre, dice que no a viva voz y se hace entender. Da abrazos y besos y nos hace cosquillas en los pies. Nos cuesta creer que su comportamiento está "enlentecido"; pero quizá nuestra referencia de esa edad está desdibujada.

Thai cada vez se siente más cercano a ella, aunque sigue diciendo que él en la entrevista les dijo de 5 años o por ahí, que de bebés no dijo nada.

Amigos

Los amigos del cole nos acompañan también en las tardes de verano. Ella ya ha empezado a reconocerlos y a sentirlos como gente cercana y cariñosa. Ya deja que le cojan en brazos, que jueguen con ella, que le hagan cosquillas...
Hoy hemos pasado la tarde en casa de uno de estos amigos, en su patio, en su piscina. Ya hemos estado allí otras veces y se ha sentido bien.

Thai estaba encantado de estar con sus tres amigos, y se sentía bien de poder hablar con ellos de las cosas que hacen los hermanos pequeños para "fastidiar", de lo que hacen ellos para distraerlos cuando no quieren que toquen algo, de lo que saben o no hacer, de cuánto comen o cuánto pegan, por ejemplo.

Me gusta ver cómo se cuidan, se enfadan, se miran, se empujan, se miman, se pelean, se esperan, se disfrutan, se quieren.

Tiempo

Como la mayoría de la gente, no somos capaces de saber cómo irán los acontecimientos.

A veces hablamos del tiempo que pasará con nosotros y de cómo será el final, la despedida. Nos imaginamos dónde irá y con quién y es muy probable que estemos equivocados en nuestras predicciones. Bien, quedémonos con la parte real de todo esto: dentro de un tiempo, de momento incierto, recibiremos una llamada que nos dará instrucciones sobre un proceso que supongo extraño.
Tendremos que abrir nuestra puerta de nuevo, pero esta vez para dejar salir a esta personita de camino a su nueva vida; con su nueva familia. Porque creemos muy poco probable que se produzca un retorno con su familia biológica.

Nos gusta pensar que cumplirá los dos años ya en su nueva casa. Queremos que le dé tiempo a sentirse querida, sentirse parte de ellos.

A veces hablamos de cómo nos sentiremos, cómo viviremos su ausencia.
Cómo viviremos su ausencia?

Vacaciones

Esta semana estamos en Mojácar, en un hotel frente a la playa. Entre las opciones que barajamos fue ésta la elegida porque  tener la cama y la comida hechas nos permitía dedicarnos únicamente a cuidar y disfrutar de y con los dos niños.

Como era de esperar, ha habido de todo: paz, tumbona y ratitos de lectura; gritos y peleas por una pelota, disfrutar de que cada uno elija su comida en el buffet, llantos y nervios de llamada de atención; amigos de hotel y piscina; dolores de barriga; móviles apagados; mensajes familiares extraños de última hora; chapuzones y aquagym; futbolín y billar; la semifinal del mundial de fútbol en la tele...

Al final el balance es positivo, no ha estado nada mal para ser el primer viaje juntos.

Sensaciones

La semana transcurre con una tranquilidad que agradecemos.

El acogimiento a cada uno nos mueve una serie de sensaciones. A mí por ejemplo, me hace darme cuenta cada día de lo fácil que es equivocarte en la crianza; de cuántas cosas hay que creí saber y no sé. No tengo respuestas para todas las preguntas que me surgen, y sobretodo, para las que me hacen.
A veces dejo de creer en que la gente respeta lo que haces y te escucha y te apoya. También intento respetar a quien no lo entiende o tiene una idea diferente de la vida.

A mi hijo le está haciendo crecer y conocer lo que él es capaz de dar sin recibir. Está poniendo a prueba su paciencia y su serenidad. Creo que incluso se está dando cuenta de la suerte que vive con sus circunstancias y su familia.

Escribo esto mientras ella duerme a mi lado.

Parloteo

Hasta ahora, la mocita tenía un pequeño repertorio de palabras adaptadas: agua, caca, pan, toma y el nombre de mi hijo; pero desde hace unos días suelta unas largas parrafadas de sonidos hilados que parecen querer construir una idea con sentido.
Nos divierte jugar a adivinar lo que está diciendo.

El lunes mordió a su monitora de natación cuando ya estaba cansada de que la llevara de un lado para otro.

Echando la vista atrás nos damos cuenta de los cambios: Moon ya no se da golpes cuando se enfada, muerde menos, pellizca menos y se ríe más.

Con las vacaciones escolares, Thai nota más la presencia de la nena y a veces dice que quiere que se vaya ya. Luego la busca para jugar con ella.

Natación

Hoy hemos empezado la natación. He conseguido un curso para cada uno a la misma hora en una piscina cerca de casa.

Para Thai ha sido un descubrimiento darse cuenta de cuánto podía disfrutar aprendiendo algo que él creía ya saber. Para Moon ha sido raro estar en el agua sin tocar el fondo con los pies. Ha reido y ha llorado, ha jugado y ha visto a otros pequeños como ella chapoteando a su alrededor.

Al salir ha merendado como si no hubiera comido en tres días... al llegar la noche, el sueño le ha atrapado casi sin darse cuenta.

Revisión

El lunes fuimos al médico, al neurólogo para ser exactos. Parece ser que observa cierto retraso en algunas cosas de su desarrollo motor. Para mí que son cosas sólo perceptibles para los que trabajan en ese medio. Me ha preguntado cosas como si sabía andar hacia atrás... no recuerdo con qué edad anduvo mi hijo hacia atrás, ni sabía que eso podía ser un dato importante.

Todo es muy leve, pero ahora entiendo lo que supone la aceptación de una realidad que no es la que uno espera.

Una más

Hemos ido con ella a la playa. No sabíamos cuál sería su reacción ante unas olas que vienen y van sin parar. Al final nos ha premiado con una de sus mejores sonrisas y se ha inventado un juego muy divertido (para ella y para los que mirábamos): se colocaba de pie, de espaldas al mar y agachándose miraba las olas por entre sus piernas, de forma que cuando viniera una le diera tiempo a echarse a la arena y gatear lo más rápido posible.

Esta semana además con eso de los exámenes, hemos tenido que echar mano de mis padres para que se quedaran con los niños; con los dos. La cosa ha ido como siempre: a tal hora estamos allí... ya han merendado... traigo yogures por si acaso...
Como siempre, pero en plural. Y es que la moza ya es una más.

Mi hijo presume en el colegio de cómo le persigue por casa para buscarle cuando no le ve.

Paso a paso

Nuestro ritmo se va normalizando y ya no vamos tan perdidos con los horarios y el avituallamiento.

Moon ya anda con cierta soltura, tanta que hay veces en las que no quiere que la cojamos de la mano. Ha empezado a intentar ponerse de pie sin cogerse a nada; es su nuevo reto en esto de la motricidad.
El flequillo empezaba a molestarle en los ojos, así que se lo hemos cortado un poco, porque lo hemos intentado con coletas y ganchitos y duran apenas un par de minutos en su pelo.
El martes fuimos a una revisión médica y estaba algo intranquila. Me gustó ver cómo le calmaba mi voz con una de las canciones que tenemos a medias.

Thai a veces se desespera, no está acostumbrado a que le toqueteen las cosas ni a que le muerdan. También se le escapan sonrisas de satisfacción porque su nombre es una de las primeras palabras que ella intenta decir.

Paciencia

De momento la cosa va bien; seguimos conociéndonos y adaptándonos al ritmo que requiere la pequeña. Últimamente ya se deja abrazar, besar y hacer cosquillas. Ya sabe que son cosas que gustan mucho y que no hacen nada de daño.
También ha empezado a andar algunos tramos, que día a día van siendo más largos y más seguros. Le gusta ir al parque a pasear y a tirarse por el tobogán.
Sonríe mucho y le encanta estar con nuestro hijo.

Nuestro hijo se ha adaptado bien. Le gusta que la pequeña nos acompañe a recogerle en el colegio, le gusta perseguirla por la casa para oir cómo se carcajea. También le gusta darle de comer y hacer monerías para que deje de llorar.
A veces cree que pasamos demasiado tiempo con ella y por ello hemos inventado un día morrero al mes: es un día completo en exclusiva con uno de nosotros con deporte, cine, hamburguesa o pizza, helado...
Disfruta mucho de ese momento del día en que ella tiene que acostarse y él todavía no.

Primera semana

Mañana hace una semana que está con nosotros.
Hemos estado conociéndonos: Nosotros aprendiendo qué le hace reír, qué le hace llorar; ella aprendiendo qué se puede tocar y cuándo el no es un NO.

Le gusta comer de todo, y no es una forma de hablar; cualquier cosa que estemos comiendo le interesa para probarla. Algún día le ha costado conciliar el sueño, iniciarlo, sin embargo mantenerlo es cosa fácil. Conforme han ido pasando los días parece que sabe que aquí está segura y va durmiendo con más facilidad. Ya ha empezado a dar unos pasitos sola, aunque también se ha llevado algún tropiezo y algún chichón.
Le encanta bañarse.
A veces cuando se enfada o le riñes se tira al suelo y busca con qué golpearse en la cabeza.

Nuestra familia ha venido a conocerla, a poner cara a este curioso proyecto nuestro.

Nuestro hijo lucha internamente con sentimientos contradictorios: le gusta estar con ella y verse a sí mismo como el "mayor"; por otro lado siente que le quita tiempo de estar con nosotros, que ha sido invadido por un torbellino.
Me siento orgullosa de cómo expresa sus sentires, sus pensares, sus pesares.

Primera vez

Ayer fuimos a visitar a Moon por primera vez a su centro. Jugamos con ella en en la sala de visitas y después salimos al jardín. Al principio nos hemos mirado raro, pero poco a poco hemos sabido conectar.Nos ha encandilado a los tres. Hoy ha venido a casa por primera vez. Ha estado explorando, jugando, descubriéndonos... Después ha comido y, aunque le ha costado un poco, ha logrado dormir su siesta. Cuando meriende la llevaremos de nuevo al centro. Mañana la recogeremos para convertir nuestra casa en su nuevo hogar. Además, hoy mi hijo Thai cumple 9 años.

Datos

El martes tuvimos la reunión. Nos contaron el núcleo familiar del que proviene Moon y cómo era su vida en el centro. Nos explicaron cosas de su desarrollo físico y emocional, de sus costumbres para comer, dormir y llamar la atención. Nos dijeron el tiempo que se quedaría con nosotros. El miércoles iremos a conocerla; a que nos conozca. Y el viernes iremos a recogerla. Durante esta semana recopilaré lo que necesitamos para hacer su estancia más agradable. Poco a poco. Nos trajeron una foto con una sonrisa. Ahora ya podemos darle forma a nuestros pensamientos.

La llamada

Ayer nos llamaron para prorponernos un acogimiento. La espera ha terminado. Estuvimos nerviosos todo el día pensando en los pros y los contras, en el momento y en ella.
Es una niña de menos de 2 años y se quedaría con nosotros algo más de un año. Hoy hemos llamado nosotros para decir que sí; que podemos, queremos y estamos dispuestos.

Ya tenemos un nombre, Moon; y dentro de unos días estará con nosotros.

Preguntas

Cómo se llamará?
Será amable o será un bestiajo y nos romperá todo?
Será chica o chico?
Tendrá  más años que yo o tendrá menos?
Será palabrotero?
Le gustarán las mismas cosas de la tele que a mí, o no?
Le gustarán los mismos juguetes que a mi?
Cuándo será su cumpleaños?

Marco

Mi hijo ha nacido en la era digital. No puede imaginar cómo era el mundo antes de internet, los móviles o la televisión multicanales. Para él todo eso siempre ha sido así.

Ayer, hablando de Marco (de los Apeninos a los Andes) me preguntaba por qué nadie había llamado a esa madre al móvil para decirle que su hijo estaba solo. No había móviles.
Entonces por qué nadie llevó a Marco al sitio de los acogimientos?

Cercana despedida

El acogido más cercano a nosotros se fue ayer. Ha vuelto con su familia, han reagrupado a los hermanos y tiene otra oportunidad de vivir con los suyos como él soñaba.
Es duro.
Antes de irse a casa tendrá un paso intermedio por un centro, así que solo puede llevarse dos mudas. Ni sus juegos, ni juguetes, ni objetos personales que le vinculen con este periodo y pudieran dificultar los nuevos vínculos que se deben crear.
Su familia de acogida le ha llorado en silencio mientras preparaba sus cosas y le animaba a dar un paso que le llevará a vivir la vida que le ha tocado.

Carné

Hoy al abrir el buzón he encontrado una carta con los famosos carnés de familia educadora. Son individuales y nos permiten identificarnos como tal ante las distintas administraciones e instituciones implicadas en este proyecto.

En este tiempo de espera, este detalle tan tangible, vuelve a ponernos alerta.

La vuelta

En el foro hay un gran revuelo con un caso de vuelta a la familia biológica. Una vuelta brusca, rápida y con dudoso criterio (según expresan).

Estaremos nosotros preparados para dejar marchar a nuestr@ acogid@? Lo entenderemos cuando nos toque hacerlo?

Foro

He descubierto un foro muy interesante donde la gente cuenta sus experiencias de acogimiento. Hay familias nuevas y familias experimentadas, casad@s, solter@s, emparejad@s y monoparentales; sin hij@s o con ell@s, y de est@s úlitm@s, hay biológic@s, adoptad@s, acogid@s permanentes... que están compartiendo o esperando a sus hermanit@s de acogida.

Los tiempos de espera son así, en la mayor parte de las Comunidades Autónomas.

Espera

Seguimos la espera, con momentos de mayor y menor presencia. Con el "qué pasará?" en nuestras mentes y con el día a día en nuestras manos.

Seguimos hablando de él (sin saber si será ella); un él sin cara, sin nombre.

Verdades

He visto un documental sobre acogimiento:
las familias, l@s niñ@s, las circunstancias de unos y otros, las motivaciones, las instituciones,las infancias de varios de los acogedores, los juzgados. El altruismo, l@s herman@s, la llegada, los silencios, la verdad. El maltrato, el abandono, los abusos, las negligencias, las señales, los moratones, la resiliencia.

Els monstres de ca meva.
(http://www.monstresdecameva.com/)

Planes

Planeamos las vacaciones como si ya fueramos cuatro. No tenemos nombre, ni edad, ni le hemos visto la cara; pero esperamos poder disfrutar del verano juntos.

Idoneidad

Esta mañana he recibido una llamada: Somos idóneos (adecuados y apropiados para algo, según la RAE). Ya somos oficialmente una Familia Educadora, una Familia Acogedora.

Espera

No hay llamadas. La espera continúa.
Hay preguntas y suposiciones: cómo será?, cómo se llamará?, le caeremos bien? será un indio apache?
Cuando tienes 8 años las cosas sin fecha crean mucha incertidumbre. Cuando tienes algunos más, crean inquietud.

Reacciones

Hay que ver la variedad de reacciones y gestos que me encuentro al hablar de acogimiento. No es que lo largue a los cuatro vientos, pero mi entorno, mi gente, lo tiene que saber.
Con algunos he acertado el momento y el modo de contárselo; con otros, no. De unos he obtenido apoyo y aliento, de otros desconfianza, dudas, miedos. Hay quien lo siente ya parte de su familia y lo quiere conocer; hay quien cree que con otro niño ya no se nos verá el pelo.

Como cualquier otra situación especial, el acogimiento te ayuda a saber quién está de tu lado.

Entrevista

Hoy hemos hecho la entrevista.Una entrevista que nos ha obligado a hacer memoria de nuestro recorrido por la vida; en la que le hemos puesto nombre y hemos situado cosas de las que ya no hablábamos, pero que nos han hecho ser como somos.
Ha sido en nuestra casa. Es importante que sepan dónde vivirá esa personita que dejarán en nuestras manos.

Qué diferente se ve todo desde la serenidad y con cierto aire de madurez.

Vamos a ser padres de nuevo, de acogida.
Estoy convencida.

Nosotros

Después de la formación para ser familia educadora nos hemos dado cuenta de que ahora no sólo estamos dispuestos, sino también preparados, para acoger a una personita en nuestras vidas.
No podíamos hacerlo antes, ni dejarlo pasar ahora.

Revisando nuestras vidas sabemos que es este y no otro el momento de empezar.

Familia

El concepto de la famila y su composición, ha cambiado considerablemente en los últimos años. Actualmente se consideran muchos tipos de familias donde el sentido de la palabra "familia" no tiene que ver con un parentesco de consanguinidad, sino sobre todo con sentimientos como la convivencia, la solidaridad y otros; formándola quienes viven juntos en un mismo espacio por un tiempo considerable.

La familia es un núcleo de amor, nada más.