Estimulación

El viernes estuve en el neurólogo con ella. He ido a llevarle los resultados de la resonancia que le pidió hace un mes. Se evidencia una dilatación ventricular con origen probablemente prenatal y con ciertas consecuencias a nivel psicomotor y se desconoce si a otros niveles.
Nos ha recomendado que la llevemos a un programa de estimulación.

Hoy hemos ido al pediatra para que nos derive a la estimulación. Nos ha dado una dirección y un teléfono. En ese teléfono me han dicho que a partir del 6 de septiembre (¡!) nos llamarían para una primera entrevista con la familia y posteriormente nos citarían para una valoración de la situación de la niña y establecer, en caso necesario, el tratamiento necesario.

Moon va haciendo progresos. Ya camina, corre, dice que no a viva voz y se hace entender. Da abrazos y besos y nos hace cosquillas en los pies. Nos cuesta creer que su comportamiento está "enlentecido"; pero quizá nuestra referencia de esa edad está desdibujada.

Thai cada vez se siente más cercano a ella, aunque sigue diciendo que él en la entrevista les dijo de 5 años o por ahí, que de bebés no dijo nada.

Amigos

Los amigos del cole nos acompañan también en las tardes de verano. Ella ya ha empezado a reconocerlos y a sentirlos como gente cercana y cariñosa. Ya deja que le cojan en brazos, que jueguen con ella, que le hagan cosquillas...
Hoy hemos pasado la tarde en casa de uno de estos amigos, en su patio, en su piscina. Ya hemos estado allí otras veces y se ha sentido bien.

Thai estaba encantado de estar con sus tres amigos, y se sentía bien de poder hablar con ellos de las cosas que hacen los hermanos pequeños para "fastidiar", de lo que hacen ellos para distraerlos cuando no quieren que toquen algo, de lo que saben o no hacer, de cuánto comen o cuánto pegan, por ejemplo.

Me gusta ver cómo se cuidan, se enfadan, se miran, se empujan, se miman, se pelean, se esperan, se disfrutan, se quieren.

Tiempo

Como la mayoría de la gente, no somos capaces de saber cómo irán los acontecimientos.

A veces hablamos del tiempo que pasará con nosotros y de cómo será el final, la despedida. Nos imaginamos dónde irá y con quién y es muy probable que estemos equivocados en nuestras predicciones. Bien, quedémonos con la parte real de todo esto: dentro de un tiempo, de momento incierto, recibiremos una llamada que nos dará instrucciones sobre un proceso que supongo extraño.
Tendremos que abrir nuestra puerta de nuevo, pero esta vez para dejar salir a esta personita de camino a su nueva vida; con su nueva familia. Porque creemos muy poco probable que se produzca un retorno con su familia biológica.

Nos gusta pensar que cumplirá los dos años ya en su nueva casa. Queremos que le dé tiempo a sentirse querida, sentirse parte de ellos.

A veces hablamos de cómo nos sentiremos, cómo viviremos su ausencia.
Cómo viviremos su ausencia?

Vacaciones

Esta semana estamos en Mojácar, en un hotel frente a la playa. Entre las opciones que barajamos fue ésta la elegida porque  tener la cama y la comida hechas nos permitía dedicarnos únicamente a cuidar y disfrutar de y con los dos niños.

Como era de esperar, ha habido de todo: paz, tumbona y ratitos de lectura; gritos y peleas por una pelota, disfrutar de que cada uno elija su comida en el buffet, llantos y nervios de llamada de atención; amigos de hotel y piscina; dolores de barriga; móviles apagados; mensajes familiares extraños de última hora; chapuzones y aquagym; futbolín y billar; la semifinal del mundial de fútbol en la tele...

Al final el balance es positivo, no ha estado nada mal para ser el primer viaje juntos.

Sensaciones

La semana transcurre con una tranquilidad que agradecemos.

El acogimiento a cada uno nos mueve una serie de sensaciones. A mí por ejemplo, me hace darme cuenta cada día de lo fácil que es equivocarte en la crianza; de cuántas cosas hay que creí saber y no sé. No tengo respuestas para todas las preguntas que me surgen, y sobretodo, para las que me hacen.
A veces dejo de creer en que la gente respeta lo que haces y te escucha y te apoya. También intento respetar a quien no lo entiende o tiene una idea diferente de la vida.

A mi hijo le está haciendo crecer y conocer lo que él es capaz de dar sin recibir. Está poniendo a prueba su paciencia y su serenidad. Creo que incluso se está dando cuenta de la suerte que vive con sus circunstancias y su familia.

Escribo esto mientras ella duerme a mi lado.