Ayer a mediodía llovió como si no fuera a llover nunca más. Llovió con rabia.
Lo bueno fue que cuando la nube se marchó dejó una buena colección de grandes charcos para esquivar y otros más pequeños en los que saltar.
Por la tarde también llovió, pero más amablemente. Pudimos salir y
pasear bajo los soportales 5 minutos.Y entonces me acordé de que mi
abuela me contó algo que le gustó en uno de sus viajes, que los niños en
África bailan bajo la lluvia. Y dejé a los míos bailar, y bailé con
ellos dejando que la lluvia nos refrescara.
¡Qué bonito!!!!!
ResponderEliminarSí señor!!
Me ha encantado esta entrada... no todo en la vida de un niño ha de ser normas-reglas-cosas bien hechas... a veces salirse de lo establecido, romper la rutina y hacer algo que dicen que no está "bien" sienta la mar de bien y sin duda que es algo que recordarán mucho tiempo :)
Un saludo,
Leo (http://ahoraquevamosaserpapas.blogspot.com.es/)