Esta semana hemos dedicado algún tiempo a pensar y analizar si realmente estamos preparados para reiniciar esta aventura que es el acogimiento. Intentamos establecer cuánto tiempo debe pasar para recibir de nuevo en nuestras vidas otra personita y ayudarle a crecer.
No es fácil. Cada uno lleva un proceso, aunque sea el mismo; y cada uno necesita un tiempo.
Lo importante es que estamos dispuestos y que en un par de semanas respiraremos hondo y veremos si ya es el momento o debemos seguir esperando un poco más. Nos damos dos semanas de aire, de reflexión, de calma, de reencuentro...
Los ánimos siguen revueltos. No se han ido los llantos, la furia ni los nervios. Ni mi insomnio. Mirando hacia delante veo muchas caritas creciendo con nosotros, y a Thai entendiendo que su esfuerzo tiene un enorme sentido. Le veo con su capa rescatando a otras niñas y niños y regalándoles una infancia con bonitos recuerdos y el abrazo de un hermano mayor.
No es fácil. Cada uno lleva un proceso, aunque sea el mismo; y cada uno necesita un tiempo.
Lo importante es que estamos dispuestos y que en un par de semanas respiraremos hondo y veremos si ya es el momento o debemos seguir esperando un poco más. Nos damos dos semanas de aire, de reflexión, de calma, de reencuentro...
Los ánimos siguen revueltos. No se han ido los llantos, la furia ni los nervios. Ni mi insomnio. Mirando hacia delante veo muchas caritas creciendo con nosotros, y a Thai entendiendo que su esfuerzo tiene un enorme sentido. Le veo con su capa rescatando a otras niñas y niños y regalándoles una infancia con bonitos recuerdos y el abrazo de un hermano mayor.
